lunes, 7 de mayo de 2012

Astuquillca está ´dispuesto´ a regresar a zona de combate

El suboficial de la Policía, Luis Astuquillca Vásquez, dijo sentirse indignado con quienes afirmaron falsamente que las fuerzas del orden los habían abandonado pues le consta que su búsqueda fue permanente aunque infructuosa por la difícil geografía de la zona.
ANDINA/Norman Córdova
ANDINA/Norman Córdova
 

Astuvillca, quien sobrevivió 17 días herido luego de una emboscada terrorista en la selva de Cusco, contó que mientras estuvo perdido, en más de una oportunidad escuchó los disparos de los enfrentamientos, vio a los helicópteros sobrevolar la zona, y hasta en dos oportunidades pasaron dichos artefactos por lo que habían sido escenarios de guerra, señal de que lo estaban buscando.

“Estoy indignado con la prensa que dice que nos han abandonado”, indicó al precisar que si los helicópteros no los vieron, fue por la espesura de la zona.

Incluso, narró que de esto también fue testigo su compañero herido César Vilca, quien después fue encontrado muerto, antes de que tuviera que separarse de él, luego de ser víctima de un balazo en la pierna por un francotirador terrorista.

“Sentía el sonido de los helicópteros; en ningún  momento (me sentí abandonado), yo sabía,  pues cuando estaba con mi ´Camacho´ (Vilca), le decía, ´se están enfrentando, es por nosotros camachín´, afirmó en la entrevista brindada a TV Perú.

“No sé por qué la prensa dice que nos han abandonado, en ningún momento, yo he estado allí, yo reconozco que sí nos han estado buscando, por eso es que caen los otros compañeros, el Chino Anco, que también era amigo mío, en mi base era mi ´camacho´ (…) a Lucana no lo conocía, pero era mi hermano de la Dinoes”, agregó.

Se refiere a Gerónimo Chino Anco y Jhon Lucana Huamaní, ambos técnicos de la PNP, muertos el 27 de abril, el primero buscando a sus compañeros de armas, y el segundo en persecución a los narcoterroristas.

En su narración, el suboficial señala que antes de llegar a Alto Laguna, encontró huellas de la detonación de explosivos caseros, que le quitaron la vida al sargento primero del Ejército, Manuel Pisco Arimuya.

Asimismo, dijo que kilómetros más abajo encontró casquillos de bala, un polo y una pañoleta de la Dinoes, señal de que se había producido una balacera.
 
Astuquillca también dijo estar indignado de que se diga que han enviado gente sin preparación, cuando él mismo, pese a sus 22 años, tiene dos años de experiencia, con servicios en el Alto Huallaga en el VRAE y los conocimientos necesarios, que al final le han permitido sobrevivir.

Dijo que en todos esos días se alimento de semillas, hongos y insectos comestibles, y para bajar la hinchazón de la herida de bala, tuvo que echarse sus propios orines.
 
“Todo eso me enseñan en el curso (de la Dinoes)”, afirmó.

En la entrevista con el canal del Estado, el valeroso agente de la Dinoes narró que intentó trasladar a su compañero herido a un lugar seguro, pero las heridas de bala lo impedían.
 
Finalmente, dijo que el 29 de abril pudo llegar a Kiteni, gracias al apoyo que le dio un poblador de Alto Laguna, y de allí a la comisaría, donde se encontró con su padre, que lo estaba buscando.

 (FIN) EGZ/ RRR

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