Una gran parte de las discusiones se centran en combatir la
desinformación y las “noticias falsas”, pero hasta ahora no existe una gran
discusión ni legislación de cómo mejorar las prácticas en los medios para poder
defender mejor el trabajo periodístico y los derechos morales de autor.
“En esta lógica de ‘copiar y pegar’ de las noticias online,
nuestras publicaciones pueden ser alteradas y reproducidas en más lugares sin
que el autor pueda oponerse a estas prácticas”, ha declarado Anthony Bellanger,
secretario general de la FIP. “También nos encontramos con publicaciones que no
están firmadas, lo que hace que sea muy difícil poder comprobar la autenticidad
de la fuente y decidir si son fiables o no”.
Los derechos de autor de los periodistas incluyen los
derechos económicos (que se les pague por el uso de los artículos) y los
derechos morales (que los autores tengan el derecho de ser nombrados como el
autor original y de poder oponerse cuando su trabajo esté siendo modificado).
“Hoy en día, nos encontramos en una situación en la que el
público está debatiendo las noticias falsas pero no se cerciora del origen de
los trabajos periodísticos que se encuentran en internet ni de su autenticidad.
Esto es una gran parte del problema”, ha expresado por su parte Mogens Blicher
Bjerregård, presidente de la FEP.
La FIP y la FEP han hecho un llamado a un movimiento mundial
para pedir que se verifique la autenticidad de los trabajos periodísticos con
el autor original y urgen a los medios a convertirlo en una práctica común en
las redacciones.
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