El “Día del Trabajador” tiene este año un significado que va
más allá de los problemas de la cotidianidad. La situación actual nos habla de
variaciones que pasan de lo formal y que pone al descubierto que existe una
tendencia a la inercia en los movimientos sociales y en toda la realización
humana. La resistencia pacífica tiene antecedentes y tal parece ser el camino a
seguir.
Basta tomar en consideración uno de los mayores problemas
que afecta a los/astrabajadores/as. Nos referimos a la explotación económica
que pese a los discursos, conceptos, objetivos y métodos de actuación no ha
sido superada y en el horizonte no se observan posibilidades firmes de generar
nuevas respuestas a una situación que tiende a ser intolerable.
Ante esa realidad, la Asociación Nacional de Periodistas del
Perú, matriz histórica del gremio de la prensa, que en julio próximo cumplirá
90 años de permanente lucha por encontrar mejores condiciones sociales y
económicas para quienes tienen responsabilidad de informar, considera que lo
señalado no cambiará en tanto se mantenga la capacidad de decisión en la
sociedad actual. Bien se sabe que en ella tal capacidad de decisión se reparte
en forma piramidal, no se acepta que dentro de los márgenes de una auténtica
democracia esta sea horizontal e igualitaria. El poder de decisión, está
concentrado y jerarquizado en los centros de poder tradicionales.
Sin embargo, el pesimismo no nos puede embargar. La ANP es
una organización con capacidad de respuesta y de propuesta. La insatisfacción,
el descontento con el sistema, no pueden constituirse en barreras
infranqueables para la aspiración de cambio, de acción, para el avance personal
y colectivo de los/astrabajadores/as de prensa. Por eso, en esta hora de
reflexión llevada por la noble voluntad de aportar ideas y trabajo para una
sociedad futura, reitera que la fatiga no la vencerá. Por el contrario, la ANP
mantendrá la
misma mística que le dio vida, aquella que le aportaron sus
fundadores y, por eso reitera, con un abrazo fraterno, ante los y las
periodistas de la capital y, sobre todo, de las provincias del interior del
país, con frecuencia olvidados y marginados, que será incansable para construir
tal sociedad futura, para responder al conjunto de problemas de la actual
sociedad y para recoger el conjunto de las aspiraciones de una vida más justa y
más digna, que es lo que reclama la clase trabajadora del país.
Los/astrabajadores/as de la prensa no debemos olvidar que
los actuales niveles de discriminación y marginación en que vive la mayoría de
trabajadores/as no es solo fruto del maquiavelismo del sistema. Y que frente a
ello debemos anteponer en nuestra condición de comunicadores, el conocimiento y
la información porque constituyen la fuente de libertad, de verdad y de
capacidad para derrotar la inercia a la que nos está llevando la irreflexión y
la ausencia de participación en el debate de la problemática económica y social
de la nación.
ANP
Comité Ejecutivo Nacional
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