Un
total de 113 periodistas peruanos han sido atacados durante el 2014. En
promedio, cada tres días un periodista fue agredido. La situación se vio
agravada por ser éste un año de elecciones regionales y locales, según informe
preparado por la Oficina de Derechos Humanos del Periodista (OFIP), de la
Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP).
Se reportan dos asesinatos, una tentativa de homicidio, 61 casos de agresiones físicas y verbales. También 26 amenazas/hostigamientos, ocho trabas al ejercicio periodístico, siete presiones jurídicas, tres trabas a la circulación de la información, dos secuestros, dos robos y una presión administrativa.
Se reportan dos asesinatos, una tentativa de homicidio, 61 casos de agresiones físicas y verbales. También 26 amenazas/hostigamientos, ocho trabas al ejercicio periodístico, siete presiones jurídicas, tres trabas a la circulación de la información, dos secuestros, dos robos y una presión administrativa.
La OFIP informa que los atentados fueron perpetrados por efectivos policiales (37), seguido por funcionarios públicos (29), civiles (25), elementos no identificados (21) y propietarios de medio/administrador (1).
Ancash, la región con más agresiones
Ancash
con 16 agresiones registradas en El Santa, Huaraz, Casma, Huari y Pomabamba, fue
la región de mayor riesgo para el ejercicio del periodismo en 2014.
Los
periodistas fueron agredidos, amenazados y perseguidos judicialmente por
denunciar hechos de corrupción en la región. Las agresiones cesaron al
desmantelarse la red de corrupción que llevó a prisión al ex presidente regional
César Alvarez Aguilar e involucra a más de medio centenar de procesados.
Lima,
Tumbes, Maynas, Huamanga y Chiclayo, las provincias con más
ataques
Lima y Tumbes, con once ataques a la prensa, Maynas con diez, Huamanga con nueve y Chiclayo con ocho respectivamente, se han convertido este 2014 en las zonas de mayor riesgo para ejercer el periodismo en el Perú.
Otras zonas de alto peligro para la prensa nacional resultan Ilo con siete ataques, Loreto Nauta con cinco reportes de atentados, seguido por El Santa con cuatro ataques y Casma, Huari, Huaraz, Piura y Pomabamba, con tres ataques en cada una de esas localidades.
Dos agresiones se han cometido en Andahuaylas, Arequipa, Bagua, Chanchamayo, Chota, Julcán, Puno, San Martín y una en Alto Amazonas, Abancay, Barranca, Cajamarca, Cañete, Huancayo, Lambayeque, Mariscal Nieto, Moyobamba, Pacasmayo, Paita, Satipo, San Román, Tambopata, Tocache, Trujillo y Utcubamba, de acuerdo con la OFIP.
Un total de 48 periodistas de la prensa televisiva ha sufrido atentados este 2014. En el caso de comunicadores del ámbito radial la cifra llega a 34, en el medio escrito es de 28 y tres en la prensa virtual.
Lima y Tumbes, con once ataques a la prensa, Maynas con diez, Huamanga con nueve y Chiclayo con ocho respectivamente, se han convertido este 2014 en las zonas de mayor riesgo para ejercer el periodismo en el Perú.
Otras zonas de alto peligro para la prensa nacional resultan Ilo con siete ataques, Loreto Nauta con cinco reportes de atentados, seguido por El Santa con cuatro ataques y Casma, Huari, Huaraz, Piura y Pomabamba, con tres ataques en cada una de esas localidades.
Dos agresiones se han cometido en Andahuaylas, Arequipa, Bagua, Chanchamayo, Chota, Julcán, Puno, San Martín y una en Alto Amazonas, Abancay, Barranca, Cajamarca, Cañete, Huancayo, Lambayeque, Mariscal Nieto, Moyobamba, Pacasmayo, Paita, Satipo, San Román, Tambopata, Tocache, Trujillo y Utcubamba, de acuerdo con la OFIP.
Un total de 48 periodistas de la prensa televisiva ha sufrido atentados este 2014. En el caso de comunicadores del ámbito radial la cifra llega a 34, en el medio escrito es de 28 y tres en la prensa virtual.
De ese total, de acuerdo con el balance, fueron blanco de atentados 81 varones; 28 mujeres y cuatro medios de comunicación.
Agresiones y corrupción
Las
regiones que acumulan mayor número de agresiones a periodistas son las regiones
en las que se han registrado mayores denuncias de corrupción.
En Tumbes, los periodistas han sido víctimas de agresiones físicas, verbales y persecución. Los seguidores del hoy prófugo presidente regional, Gerardo Viñas, se convirtieron en los principales agentes de confrontación a la prensa crítica.
En Tumbes, los periodistas han sido víctimas de agresiones físicas, verbales y persecución. Los seguidores del hoy prófugo presidente regional, Gerardo Viñas, se convirtieron en los principales agentes de confrontación a la prensa crítica.
En
Ayacucho, el reelecto presidente regional recurrió de manera reiterada a
las querellas para silenciar a la prensa crítica. De manera puntual el equipo
periodístico de radio Estación Wari y el diario La Calle fueron el blanco de sus
descalificaciones verbales y persecución judicial.
Uno
de los casos más dramáticos registrados en el año fue el ataque del que fue
víctima el periodista Rudy Huallpa Cayo (Ayaviri), quien perdió la visión del
ojo izquierdo a consecuencia de un proyectil que le lanzara al rostro el
efectivo policial Eliu Martín Fuentes Ramos, en momentos en que daba cobertura a
una movilización de la ciudadanía de Ayaviri que protestaba en el frontis del
Gobierno Regional de Puno. Para Inspectoría de la Policía Nacional dicha
agresión fue calificada de leve y mereció sólo unos días de suspensión.
Los
asesinatos del periodista Donny Buchelli Cueva, conductor del programa "Más
Noticias", por Más Radio, en la provincia de Pacasmayo, quien fue
victimado en su domicilio el 8 de julio y del estudiante de periodismo
Fernando Raymondi Uribe, practicante de la revista Caretas, victimado
en la provincia de Cañete, el 9 de noviembre, continúan impunes. En ambos
casos la policía descartó en tiempo récord el móvil profesional como causa del
crimen. Hasta la fecha, en ambos crímenes no hay confirmación del móvil de los
mismos.
Diciembre
cerró con un tema que debe llevarnos a la mayor reflexión. La reportera y
camarógrafo del programa A las Once, de América Televisión, fueron agredidos
cuando daban cobertura en Lima a la movilización estudiantil que demanda la
derogatoria de la ley que regula régimen laboral juvenil. Este no es el primer
caso en que los trabajadores de los medios se vuelven blanco de agresión física
y ataques verbales a consecuencia de las líneas editoriales asumidas por los
medios para los que laboran. La ANP, ante dicha situación, cierra el año y el
balance de agresiones haciendo un llamado a la tolerancia y recuerda, a la
colectividad en su conjunto que la violencia no tiene asidero en ninguna
circunstancia. Mucho menos si lo que se quiere es expresar una posición crítica
en demanda de un ejercicio periodístico responsable.
Lima, 31 de diciembre del 2014
Zuliana Lainez Otero
Secretaria general ANP
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