"Nunca sentí una emoción parecida", dijo John Kelley, un estudiante de 19 años. "Es algo que esperábamos desde hacía mucho tiempo".
Las calles y avenidas de las inmediaciones se encuentran congestionadas por esta gigantesca manifestación que crece cada vez más.
El otro lado de la medalla es el estado de máxima alerta en las embajadas estadounidenses, especialmente del Medio Oriente, ante la amenaza de una represalia de los seguidores de Bin Laden.
Las medidas de seguridad se han extremado y en Pakistán, las sedes diplomáticas se han convertido en verdaderas fortalezas. (ECHA)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario