ESPECIALISTAS EXHORTAN A LAS MAMÁS A NO CREER EN MITOS SOBRE LA LACTANCIA MADRES NO TRANSMITEN ENFERMEDADES A TRAVÉS DE LA LECHE

Uno de los principales motivos por los que las madres evitan dar de lactar a sus niños, es por temor a trasmitirles penas, tristezas o enfermedades a través de la lactancia. Sin embargo, especialistas del Hospital de Chancay indicaron que no existe posibilidad de este “contagio" por lo que las mamás no deben dejar de dar leche a sus bebés.

“Como acción previa de la Semana de la lactancia materna exclusiva,  se está incidiendo en fomentar la lactancia materna  en niños menores de seis meses de vida.  Las madres  que estén enfermas deben continuar con esta práctica. Aunque aclarando que esta recomendación puede variar cuando la madre es portadora del VIH/Sida”. Así lo señaló la Dra. Yazmin Cigueñas Vergaray; médico pediatra y jefa de la Unidad de Pediatría y Neonatología del Hospital de Chancay.

También refirió que las madres  adolescentes tienen la idea errónea de que no pueden dar de lactar y que al no confiar en su propia capacidad de amamantar a su criatura optan por brindarles leche artificial.

Destacó que en los primeros días posteriores al nacimiento la producción de la leche se da en menor cantidad y posee características diferentes (calostro), pero a partir de la segunda semana el volumen de leche aumenta.

En este caso, informó que en el Hospital de Chancay  se cuenta con diversos programas que ayudan a las madres jóvenes a estimular y educar su cuerpo para que logren una lactancia materna exclusiva y exitosa para sus niños.

“Otra de las creencias comunes es que el consumo excesivo de leche, jugos, avenas y todo tipo de líquidos ayuda a una mayor producción de leche; sin embargo, lo fundamental para garantizar una adecuada producción de leche materna es el estímulo de la succión del bebé junto a una adecuada alimentación de la madre”, destaco la Dra. Cigueñas Vergaray.

La leche materna ayuda a que los bebés desarrollen su sistema inmunológico, de manera que estarán mejor preparados para enfrentar enfermedades diarreicas y respiratorias, frente a aquellos que no han sido amamantados.