domingo, 12 de diciembre de 2010

Descubren vacuna para reducir la adicción a la cocaina

Una vacuna para tratar la dependencia a la cocaína logró ayudar a adictos a reducir a la mitad el uso de la droga.

Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, probaron la vacuna experimental con 55 adictos durante un ensayo clínico de 24 semanas.

Descubrieron que 38% de los participantes logró alcanzar los niveles adecuados de anticuerpos para dejar de experimentar la sensación de euforia que produce la droga.

Estudios previos llevados a cabo con animales y humanos han revelado que niveles altos de anticuerpos anticocaína en la sangre pueden evitar que los adictos experimenten esa sensación.

Pero en la nueva investigación -publicada en Archives of General Psychiatry (Archivos de Psiquiatría General)- los investigadores subrayan que quienes lograron con la vacuna el nivel alto de anticuerpos, sólo lo mantuvieron durante dos meses por lo que sería necesario repetir las inyecciones.

Estudio aleatorio

Los autores calculan que en Estados Unidos, donde fue llevado a cabo el estudio, unos 2,5 millones de personas son dependientes a la cocaína, pero sólo 809.000 reciben tratamiento.

Una de cada tres visitas a las salas de emergencia de hospitales que están relacionadas con drogas se atribuyen a la adicción a la cocaína, lo cual, dicen los expertos, tiene importantes efectos económicos y sociales.

En la investigación, se reclutó a 115 individuos dependientes a la cocaína y a opioides (como morfina o heroína) y se les seleccionó de forma aleatoria para recibir cinco inyecciones de la vacuna activa o cinco inyecciones de un tratamiento simulado durante 12 semanas.

La cocaína se elimina del cuerpo en unos tres días así que los médicos analizaron la metabolización de la cocaína en la orina de los adictos tres veces a la semana durante 24 semanas.

De los 55 individuos que completaron el ensayo, 21 (38%) lograron niveles de anticuerpos de 43 microgramos por mililitro o más.

Los que que obtuvieron ese nivel de anticuerpos tenían muestras de orina significativamente más limpias de cocaína (45%) entre las semanas nueve y 16 del estudio que aquellos con niveles más bajos de anticuerpos y los que recibieron los tratamientos placebo.

Tal como señalan los investigadores, la proporción de participantes que lograron reducir su uso de cocaína a la mitad fue significativamente mayor entre los que recibieron la vacuna activa (53%) comparado con el grupo del placebo (23%).

Los resultados mostraron que cerca de 40% de participantes logró niveles de anticuerpos de 20 microgramos por mililitro.

Y esto, dicen los científicos, es suficiente para combatir el uso de una a dos dosis de cocaína, lo cual debería ser suficiente para evitar una recaída en muchos pacientes.

“Mientras estos anticuerpos están en la sangre combatiendo a la cocaína, la droga no debería tener ningún efecto” afirma el doctor Thomas Kosten, del Colegio de Medicina de Baylor, y quien inició el estudio cuando estaba en Yae.

“Los anticuerpos no destruyen sino neutralizan a la cocaína y la hacen vulnerable a una enzima de colinesterasa que después la descompone”.

“La vacuna actúa “envolviendo” a la cocaína para que ésta no tenga efectos en el cerebro, el corazón o cualquier otro órgano” afirma el científico.

“Éste es el primer ensayo controlado exitoso de una vacuna contra la cocaína”, agrega.

Dos años de tratamiento

Los científicos afirman que los efectos adversos asociados con la vacuna fueron de leves a moderados.

El síntoma del que se quejaron con más frecuencia los participantes fue endurecimiento y dolor en el sitio de la inyección.

“Es probable que el tratamiento óptimo requiera inyecciones repetidas para mantener un nivel apropiado de anticuerpos” afirman los autores.

“Además, se necesitarán esfuerzos para retener a los individuos durante la primera serie de inyecciones ya que los niveles de anticuerpos aumentan lentamente durante los primeros tres meses”.

“Para alentar la abstinencia entre los pacientes se necesitarán otros tratamientos durante este período inicial”.

Según los investigadores, los efectos de los niveles altos de anticuerpos comenzaron a verse hasta la octava semana de la prueba.

Por eso creen que, tomando en cuenta que en promedio, un paciente llega al tratamiento después de seis a ocho años de abuso de la droga, quizás se necesitarán unos dos años de vacunas.

“El objetivo para el desarrollo de futuras vacunas será aumentar la proporción de sujetos que puedan lograr estos niveles ideales de anticuerpos” dicen los investigadores.

“Y extender estos períodos de abstinencia para mantener durante períodos largos los niveles adecuados de anticuerpos”.

“A medida que vamos logrando estos objetivos -concluyen los autores- esperamos p

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