La detención de Walter Ríos, quien había presentado su
dimisión este viernes, fue ordenada ese mismo día por el juez instructor de la
Corte Suprema de Justicia de Perú Luis Cevallos, a petición del fiscal adjunto
de la Fiscalía Suprema de Control Interno, Jaime Velarde, a cargo de las
investigaciones.
Walter Ríos es uno de los principales protagonistas de la
serie de grabaciones telefónicas difundidas en medios de comunicación que
desvelan una amplia red de corrupción judicial formada por importantes jueces,
empresarios y políticos que incurrían en presunto tráfico de influencias y
prevaricación.
En las escuchas difundidas hasta ahora se aprecia a Walter
Ríos ofrecer un soborno de al menos 10.000 dólares para ascender a un juez, e
interceder para que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) designe a otro
magistrado como fiscal en el Callao.
También intentar hablar con el ministro de Justicia para que
favorezca a su esposa, Maritza Sánchez, que ejerce de defensora pública del
Ministerio de Justicia, así como tratar de favorecer al prófugo exgerente de
administración de la Municipalidad del Callao Salvador Castañeda, en un proceso
en su contra por corrupción.
Horas antes de su detención, en declaraciones a periodistas,
Walter Ríos afirmó hoy que se someterá a las autoridades “como un ciudadano
común y corriente”. “No me estoy corriendo. Estoy en mi país, no he salido a
ninguna provincia. Yo no temo”, agregó.
La captura de Walter Ríos fue una diligencia dirigida por
Velarde, que hoy asumió las investigaciones después de que el fiscal titular,
Víctor Raúl Rodríguez, se inhibiera del caso al resultar involucrado en el
mismo, mediante una grabación en la que conversa con uno de los empresarios que
más peso parece tener en esta red de corrupción.
Además de Walter Ríos, el caso ha causado las dimisiones del
ministro peruano de Justicia y Derechos Humanos, Salvador Heresi, y el
consejero del Consejo Nacional de la Magistratura, Guido Águila.
Otros cuatro jueces del Callao fueron destituidos por la
Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) mientras el Congreso tiene en
marcha sendas iniciativas para destituir a otros dos miembros del Consejo
Nacional de la Magistratura, y al juez supremo César Hinostroza, uno de los
magistrados más implicados en este escándalo que por ahora se niega a dimitir.
Ellos protagonizan las escuchas telefónicas que están
desvelando el turbio manejo del Poder Judicial por parte de un grupo de altos
magistrados, empresarios y políticos, en el que había sobornos y prebendas para
promocionar y favorecer a sus allegados e incluso arreglo de sentencias a la
medida de sus intereses personales.
EFE/Foto Ministerio Público/Crónica Viva.
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