miércoles, 29 de diciembre de 2010

POLICIA PRESENTO BANDA DE DELINCUENTES QUE SEMBRARON TERROR EN HUARAL

En el mundo del hampa las traiciones se pagan con la vida. La policía informó que tres asesinatos, registrados en la ciudad de Huaral, fueron parte de una sanguinaria venganza entre miembros de dos bandas, porque uno de ellos se quedó con el botín obtenido en el robo a un casino, en el norte chico.

Fueron dos meses de investigación de un equipo especial de detectives de la Dirincri, quienes intervinieron a cinco sujetos, entre ellos dos vigilantes del local de juegos que fue asaltado en octubre.

Los sospechosos Juan Carlos Trujillo Unocc, “Pelao”, José Luis Sernaqué Alvarado, “Checho”, Federico Dulanto Verano, “Fede”, y los agentes de seguridad Edwin Rojas Collantes y Marco Roque Rodríguez fueron intervenidos por el asalto al tragamonedas “Fargo”, ubicado en la calle Derecha 496, ocurrido el 22 de octubre pasado, de donde se llevaron 35 mil soles y 18 mil dólares.

Según los agentes, sería “Pelao” quien planificó y reclutó a las personas que participaron en el atraco, entre ellos los vigilantes del casino.

“Todo salió como lo planificaron, durmieron en casa de “Fede” que está a dos cuadras del casino. Los guachimanes dieron la señal como lo acordaron y los ladrones ingresaron con pasamontañas para no ser grabados por las cámaras”, dijo un detective.

MATARON A “VIEJO”

“Producto de las pesquisas se pudo conocer que días después del atraco Leoncio Pando Degollar, “Viejo”, quien también habría participado en el robo, desapareció con el botín y fueron sus cómplices Artemio Ruiz Chanta, “Temo” y Julio Yarlequé Montesinos, “Picolo”, quienes lo buscaron y lo habrían asfixiado y acuchillado. Luego enterraron su cadáver dentro de una bolsa negra en un paraje de la carretera a Palpa”, explicó un policía.

“TEMO” Y “PICOLO”

Semanas después el crimen, “Viejo” fue vengado por otros cómplices de la provincia de Barranca, quienes llegaron a Huaral y mataron a Artemio Ruiz, “Temo” y Julio Yarlequé, “Picolo”, el 4 y 12 de noviembre, respectivamente.

Ambos fueron atacados en las puertas de sus viviendas y recibieron tres balazos en la cabeza. “En un primer momento se pensó que era una guerra por “cupos”, ya que las víctimas pertenecían a una facción del gremio de construcción civil de Huaral y registraban antecedentes por homicidio, robo, extorsión y también estuvieron presos”, explicó uno de los detectives.

Se pudo conocer que para hoy quedó postergada la diligencia para ir con uno de los detenidos a buscar el lugar donde fue enterrado “Viejo”, cuya muerte inició la cadena de homicidios.

TROME

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