Luego de un mes de visita, que a decir de mucha gente que lo
quiere y aprecia, se pasó en un santiamén, el siempre recordado y extrañado
Padre Pepe retorna a su natal España.
“Muchas gracias por todas las expresiones de cariño, de
admiración yo creo, pero lo único que he hecho es servir a la comunidad. No
quiero aplausos, solo cariño, como el que daba nuestro Señor a todos: A los
niños, ancianos, enfermos y a los pobres. Eso es lo que he querido imitar”,
manifestó.
“Todos quieren que
me quede, pero ya llegué a la meta y cumplí. Dejo mi corazón aquí y me voy con
un corazón muy pequeño. Muy preocupado porque me preocupa el bienestar de
todos”, expresó con sus siempre bondadosas palabras.
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