La ola delictiva nuevamente se apodera de la provincia de Barranca.
El efectivo policial Ronald Aróstegui Cárdenas de 31 años de edad,
paseaba pasada las 9 de la noche en una unidad motorizada por la Avenida
Miguel Grau en Barranca, junto a su esposa cerca al circuito de playas.
En esas circunstancias, de manera imprevista se acercaron unos
desconocidos a dispararle a quema ropa para luego huir del lugar
dejándolo tendido en medio de un charco de sangre.
El joven custodio del orden, según su cuenta personal de Facebook era
natural de Huacho,últimamente trabajó en la dependencia policial del
distrito de Supe. Hasta hace poco, era uno de los efectivos más
apreciados en su dependencia (DEPICAJ-Departamento Policial de
Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia de Barranca).
Con la consumación de esta tragedia sus compañeros y familiares lamentan su prematura muerte y lloran su partida en estos momentos en las afueras de la Morgue, ubicada al costado del servicio de Emergencia del Hospital de Barranca.
La policía inició las investigaciones para esclarecer el asesinato que vuelve a consternar a la población barranquina.
Nuestra fuente policial no descarta la hipótesis de un intento de robo,"los facinerosos no pensaron de que era efectivo policial y al verse en aprietos habrían optado por victimarlo, no dejando que utilice su arma de reglamento como medida de defensa", dijo un agente.
Por: Martin Borja Canales.
Con la consumación de esta tragedia sus compañeros y familiares lamentan su prematura muerte y lloran su partida en estos momentos en las afueras de la Morgue, ubicada al costado del servicio de Emergencia del Hospital de Barranca.
La policía inició las investigaciones para esclarecer el asesinato que vuelve a consternar a la población barranquina.
Nuestra fuente policial no descarta la hipótesis de un intento de robo,"los facinerosos no pensaron de que era efectivo policial y al verse en aprietos habrían optado por victimarlo, no dejando que utilice su arma de reglamento como medida de defensa", dijo un agente.
Por: Martin Borja Canales.
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