Pedro Pablo Nakada Ludeña (38), conocido como el "Apóstol de la muerte" de Huaral y el más grande asesino en serie del Perú, fue sentenciado ayer a 35 años de pena privativa de la libertad y al pago de una reparación civil de 10 mil nuevos soles para los deudos de cada una de sus 16 víctimas.
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